martes, 21 de febrero de 2023

UNOS REGRESAN, OTROS VUELVEN

Por Antonio Luis Aguilera               

Oliva Soto, que cortó una oreja la pasada feria de abril, se queda
fuera este año por rechazar lo que le ofrecían: un puesto en la
corrida de seis toros para seis toreros sevillanos. Foto Arjona

A la afición no suele agradar el regreso de los toreros retirados. Sobre todo, de los que nadie echó de menos en su ausencia, que es lo general —José Tomás es punto y aparte—, y de forma especial si a las despedidas solo le faltaron los mariachis, o lo que es igual: si se anunciaron a bombo y platillo y tuvieron finales llorones. Salvo puntuales regresos que están en el recuerdo de los aficionados, como aquellos de los años ochenta de AntoñeteManolo Vázquez José Luis Parada, la mayoría de los diestros, al volver a plazas donde su presencia era recibida con agrado, observan como esa afición los saluda con una frialdad alpina, como interpelándoles: ¿Y tú a qué vuelves?

Las madrugadoras combinaciones de Madrid y Sevilla incluyen en sus carteles regresos de toreros que se marcharon como vulgarmente se dice “hace un cuarto de hora”. Sin embargo, a pesar de la dura competencia para figurar anunciados, no han tenido problemas para ser incluidos por una poderosa razón: la influencia en el clan familiar del toreo de sus comisionistas, que cuelan como imprescindibles a diestros que nadie ha llamado, porque a los que pagan la entrada, en otro tiempo “el respetable”, hace tiempo que se les perdió el respeto y no se les pide opinión antes de anunciar tan gélidos como desangelados retornos.

Al “respetable” solo le asiste el derecho a expresar su cabreo en peñas y tertulias, lugares que habitualmente no pisan los que hacen los carteles en los despachos taurinos, para no escuchar a los que despotrican de sus planificaciones, ni aguantar críticas sobre los abusos del sistema o las ausencias de toreros con más méritos para estar, cuyos representantes no comen en la mesa de los comisionistas que controlan el toreo. Así que poco importa si la afición quiere ver en los carteles a los triunfadores del pasado año, toreros emergentes con posibilidades, que necesitan madurar pero que son una seria apuesta para otorgar un imprescindible relevo al escalafón de matadores, bien cargado de espadas con demasiados años de alternativa, que por su rutinario hacer parecen tener todo dicho en el toreo.

Ángel Téllez, triunfador en Madrid, fuera de Sevilla. Foto Arjona

En Madrid se organizó una gala de presentación de los carteles, que sustituyó a las antiguas ruedas de prensa, evitando así a periodistas independientes, que son los menos pero molestan como "moscas cojoneras", porque no enjabonan ni dan masajes añadiendo unas gotitas de colonia. Quedaron, pues, fuera del guion de la noche, las preguntas molestas, para que los políticos y la gente guapa disfrutaran del éxito de la ceremonia, sin que a nadie se le atragantaran los canapés. En Sevilla, sin canapés, de forma austera, más de lo mismo. El circunspecto empresario se ufanó en presentar “la feria con mayúsculas”. Solo faltó el incensario humeante perfumando el regio salón maestrante. Tampoco hubo ninguna explicación del por qué se repiten más que un sofrito malo espadas caducados y amortizados, ni los méritos para estar dos tardes en el abono de quienes regresan sin ser llamados, y nada menos que tres los que, sin haberse retirado, por lo que fueron hace temporadas, vuelven como las golondrinas al estar representados por comisionistas de la gran familia.

Así las cosas, entre los que regresan y los que vuelven sin haberse ido, en Madrid y en Sevilla, como le gustaba decir a mi abuela: “ni son todos los que están, ni están todos los que son”. Y entre algunos buenos carteles, por aquello de “vamos a llevarnos bien”, la programación de ambas plazas empacha con tanto torero de tono gris, sin mayor mérito que estar impuesto por los comisionistas de las familias del toreo. Las declaraciones que afirman que “la de este año es la feria con mayúsculas”, cobrarían sentido si no existiera el intercambio de cromos en perjuicio de toreros que se han ganado el puesto en el ruedo. Las galas nocturnas y los placenteros soliloquios de los empresarios de ambas plazas no pueden ocultar las miserias que tanto daño están haciendo al toreo.

miércoles, 15 de febrero de 2023

¿UN CABALLO DE TROYA?

Por Antonio Luis Aguilera

Logotipo de Canal Toros Televisión 

Los gerentes taurinos de Madrid y Sevilla, las plazas más importantes del mundo, han dado la espalda a Canal Toros, que al quedarse fuera de las grandes ferias ha decidido cerrar antes de desangrarse por falta de abonados. Poco ha importado el buen trabajo realizado durante treinta años por este canal bajo sus distintas denominaciones (Canal+ toros, Vía Digital y últimamente Canal Toros de Movistar), ni la vital ayuda prestada al toreo en los difíciles años de pandemia, cuando los mismos que ahora le dan la puntilla no tuvieron cojones de organizar un solo festejo en sus distinguidas plazas, dejando en entredicho su dignidad empresarial en los horribles momentos que vivía la gente del toro.

Este año, sin negociaciones previas con la anterior proveedora televisiva Canal Toros, y por supuesto sin consultar con ninguno de los colectivos de profesionales taurinos que han de ponerse delante y ser televisados, que como siempre reaccionarán tarde, ambas empresas han aceptado la oferta de un nuevo operador para televisar digitalmente todos los festejos de sus plazas, enterrando así, sin funeral ni siquiera un responso de tercera, al anterior medio televisivo que durante tantos años les permitió organizar con holgura las ferias, colando entre col y lechuga, para inflar los ciclos, carteles paupérrimos que, sin ese soporte televisivo, jamás habrian sido posibles. 

Nadie tiene claro qué va a ocurrir. El nuevo medio, al parecer una plataforma digital de fútbol con cápital américano, que aún no ha hecho acto de presentación oficial y dicen que se denominará One Toros, ha llegado con enorme sigilo, no tiene aún sede ni infraestructuras, pero ha logrado la inmediata y apasionada reacción empresarial porque ha pagado por adelantado el primer año de contrato, aumentando la oferta. Y como los gestores en cuestión no entienden de romanticismo, pues lo dicho: pronto y en la mano. 

Sin embargo, los mosqueados son los aficionados y consumidores del producto. Ha sido todo demasiado rápido y bonito, para los empresarios, claro está: negociaciones fluidas, dinero adelantado del primer año de contrato, capital extranjero, difusión de la maravilla del toreo por todo el mundo mundial… Curiosas las pegatinas de colores para vender el producto, sobre todo cuando lo normal fuera de nuestras fronteras es que nos llamen bárbaros a quienes amamos y defendemos las corridas como la fiesta más auténtica y culta de nuestro pueblo. 

¿Y si detrás de esta historia fulgurante y rentable para las empresas de las plazas de Madrid y Sevilla, dentro de un año o dos, con el toreo fuera de la televisión pública y tras el derribo del Canal Toros de Movistar, es decir, sin competencia alguna, la nueva televisión taurina de Internet decidiera cerrar por falta de negocio? ¿No podríamos estar ante un caballo de Troya que llevaría oculto el apagón televisivo del toreo? No lo vemos nada claro.

martes, 7 de febrero de 2023

EL TOREO SE LLAMA JUAN ORTEGA

Por Antonio Luis Aguilera 

Juan Ortega en Valdemorillo. Foto Alfredo Arévalo

El toreo existe de milagro. Sale un torero excepcional como Juan Ortega, que está en boca de los mejores aficionados, y lo dejan fuera de Madrid. El motivo: haber roto con el comisionista que lo representaba, que a su vez tiene una pequeña participación en la empresa de Las Ventas. Y los aficionados que lo quieran ver, que vayan a donde lo anuncien, como Valdemorillo, donde el nuevo «Pasmo de Triana» formó hace dos días un lío grande. Y lo hizo de la forma que él sabe hacerlo: sin levantar la voz, susurrando el toreo, acariciando las embestidas con engaños de seda guiados por las yemas de los dedos, para contagiar a quienes se sientan en los tendidos del sentimiento más místico y auténtico del arte de jugarse la vida. No hay nada más verdadero que el valor de quien relaja todo su cuerpo —observen los dedos de la mano que no torea y las zapatillas en el trance— para crear una obra que estremece por su pureza y maravillosa belleza.

Pues Juan Ortega, este grandioso artista, está fuera de Madrid, porque el señor García, socio mayoritario de Plaza1, no es aficionado ni siente el arte del toreo, y deja que el locuaz y vacuo Casas, el socio minoritario, se tome la venganza con tan gran torero, al que hacía las corridas hasta la pasada temporada, ese al que no acompañaba casi nunca, y con quien no hablaba de las cosas que se deben hablar entre torero y apoderado: de cómo eran los toros de sus corridas, de cuándo fue a verlos al campo, del hierro y de las hechuras de los sobreros dispuestos para las plazas importantes. O lo que es igual: de las letras vocales que debe conocer un apoderado para diferenciarse de un comisionista.

El domingo, el torero que mejor torea de todo el escalafón, el castigado a quedarse fuera de San Isidro, la feria que llaman «el mundial del toreo», toreó en Madrid. Lo hizo en la provincia, en la serrana localidad de Valdemorillo, donde iluminó la tarde con la insuperable belleza del toreo más lento que puede verse en los ruedos, ese que no saben ver, porque no son aficionados, los listos que gestionan la plaza de Madrid, esos que, para escarnio de la gran afición de la capital del reino, lo han dejado fuera de los carteles. Observen las imágenes grabadas por Carmelo López, y entenderán de qué estamos hablando y de cómo se preocupan por la afición los gestores de la primera plaza del mundo, esos dos personajes que no tienen sensibilidad ni saben de toros.


miércoles, 1 de febrero de 2023

EN RECUERDO DE RAFAEL SÁNCHEZ GONZÁLEZ

Por Antonio Luis Aguilera 

Rafael Sánchez González

El domingo 22 de enero falleció en su querida Córdoba Rafael Sánchez González, un aficionado excepcional a la Fiesta de los toros, de la que era toda una referencia, una fuente de información cristalina para resolver cualquier duda o consulta histórica sobre los hombres del toro, desde el más humilde hasta el más célebre, ya fuera ganadero, matador, banderillero, picador, mozo de espadas o simple aficionado. Daba igual, Rafael era la persona a la que todos recurríamos para plantear preguntas, por complejas que fueran, que solo él contestaba con solvencia y maestría.

Tuvimos la suerte de contar con su amistad, de compartir interminables conversaciones taurinas, donde daba gusto escucharle por el dominio y la seguridad que transmitía, por la singular familiaridad con que manejaba esa historia del toreo que tanto le apasionaba. Como compañeros de programas taurinos en las emisoras de radio locales, fuimos juntos muchas ocasiones como invitados a tertulias en peñas, asociaciones o entidades públicas y privadas, donde su saber entusiasmaba cada vez que explicaba la importancia de Córdoba en cualquier estamento del toreo; hasta —le gustaba apostillar— en la maravillosa gastronomía de guerra de las mujeres de los más humildes del toreo, de la gente sencilla del «Barrio», que de la necesidad hicieron virtud y, para saciar el hambre de los suyos, cocinaron lo que nadie quería de los despieces con tal maestría y sabor, que terminaron por convertir aquellos platos de batalla en algunos de los que actualmente son más demandados en los mejores restaurantes.

De la importancia de sus conocimientos dan fe los artículos publicados en este blog, donde por nuestra amistad colaboró ilusionado desde su creación, hasta que la enfermedad fue mermando su calidad de vida. El pasado mes de diciembre, próximas las fiestas de Navidad, hablamos con él por última vez. Lo notamos recuperado y así nos lo reconoció, mostrando sus ganas de ponerse al día en las lecturas taurinas atrasadas, y de terminar alguno de los textos que tenía esbozados para editarlos en esta «Plaza de la Lagunilla», que tantas veces honró con magistrales lecciones sobre la historia del toreo.

Rafael Sánchez, un erudito de la historia del toreo

Rafael Sánchez González fue un erudito de la historia del toreo en general y la de Córdoba en particular. Su saber sobrepasaba el de cualquiera, pues desde joven sintió la inclinación de investigar personalmente la historia, visitando a familiares y parientes, por lejanos que fueran, de la gente del toro, a personajes y comerciantes del «Barrio» del Campo de la Merced, por insignificante que pareciera su oficio, a los que preguntaba sobre la vida y obra de sus admirados hombres del toro. Hablaba con nietos, biznietos, tataranietos, vecinos, tenderos, zapateros, taberneros o simple gente de ese barrio que apasionadamente calificaba «el más torero del mundo». Rafael interrogaba, pedía fotos antiguas, fotocopiaba documentos destinados al olvido, que consideraba determinantes para explicar el curso de la historia, esa que como investigador del toreo le gustaba explicar meticulosa y magistralmente. Su curiosidad por conocer a cada personaje hizo de Rafael un aficionado distinto a todos, una verdadera referencia histórica —«aunque luego nadie cita la fuente de la información», nos decía— para conocer cualquier capítulo de la Tauromaquia. 

Preciosa es la huella que deja en este blog, con textos magistrales como «El Barrio y la dinastía de los Poleo»; semblanzas de su admirado «Lagartijo» —por quien decía tener debilidad por su figura, torería, sencillez y desprendida humanidad. «Y porque no tenía familiares como «Guerrita para que contaran su historia»—; la magnífica cronología de la soberbia torería del genial Rafael Guerra Bejaranosin olvidarse nunca de los grandes banderilleros o los picadores, de los que apostillaba: «la caballería es la parte de la tropa más importante en una cuadrilla».

A continuación relacionamos todos los trabajos que vieron la luz en «Plaza de la Lagunilla», el blog que por amistad enriqueció expresando su sabiduría. Siempre serán un lujo para los aficionados que aman la historia del toreo, por esa razón facilitamos su acceso a modo de homenaje al querido compañero, de quien en sucesivas ediciones rescataremos otros textos magistrales. Solo nos queda reiterar nuestro sentido pésame a su esposa Pilar y demás familia, condolencia que extendemos al maestro y entrañable amigo José María Montilla, decano de los matadores de toros cordobeses, pareja inseparable durante décadas de Rafael Sánchez en la información taurina de radio y televisión. 

Descanse en paz nuestro amigo Rafael, un aficionado excepcional. 

Para facilitar la búsqueda de los textos de Rafael Sánchez González, enlazamos el título con el artículo. 


Fecha

Título

8/12/2021

Recordando a Rafael Molina Sánchez “Lagartijo”

8/11/2021

Toreros con gafas en los ruedos

23/9/2021

La plaza de toros de Gijón y Rafael Guerra “Guerrita”

22/8/2021

La gran temporada de “Guerrita” (II)

15/8/2021

La gran temporada de “Guerrita” (I)

16/6/2021

“Lagartijo”: Apuntes y anécdotas. (Coautor)

16/3/2021

“Guerrita”: El torero que pudo y quiso

9/2/2021

El picador “Matacán”, “Bocanegra” y el bandido “Pacheco”

2/1/2021

Pepe-Illo y el Cristo de los Traperos

27/11/2020

Bernabé Álvarez “Catalino”, un picador muy especial (II)

21/11/2020

Bernabé Álvarez “Catalino”, un picador muy especial (I)

8/10/2020

“Frasquito”: La fugaz sombra de “Manolete”

9/9/2020

Un picador de toros con tratamiento de “Señor”

4/8/2020

Relación de la dinastía de los “Gallo” con varios  toreros cordobeses

6/3/2020

Recordando aquellos encierros ya desaparecidos

1/1/2020

La flor de “Manolete”

3/11/2019

“Lagartijo”, el hombre

16/10/2019

“Lagartijo”: El califa y su tropa torera

2/10/2019

La rivalidad “Lagartijo”-“Frascuelo”

23/9/2019

“El Barrio” y la familia de los “Poleo”

20/9/2018

Matadores de toros cordobeses o considerados como tales

14/9/2018

Alternativas concedidas en Córdoba

21/7/2018

Plaza de toros de “Los Tejares”

27/6/2018

Cronología de “Guerrita”