martes, 27 de julio de 2021

LAS VERGÜENZAS DEL TOREO

Por Antonio Luis Aguilera

Plaza de toros de Valencia. Foto J. Diez Arnal

Las familias que controlan el toreo hace tiempo que dejaron de engañar a la afición, que no se traga ni una de las mentiras que pregonan, pretendiendo colar con inaguantables verborreas una imagen falsa del panorama taurino, donde rigen de manera absolutista y opaca todos los estamentos que conforman este mundo singular, en el que lamentablemente cada cual hace su propia guerra, sin importarle mucho ni poco la unión por el futuro de la Tauromaquia.  

Al hacerse públicas las condiciones para regentar la plaza de Valencia, Simón Casas, el mismo empresario que la lleva y seguirá llevando, con su habitual incontinencia verbal se quejaba amargamente de la falta de interés por el toreo de la propietaria del coso, la Diputación de Valencia, cuando esta requería un canon inferior al que viene satisfaciendo por el alquiler de la plaza.

Tras la cortina de humo intentando despistar a la opinión pública, la empresa con la que concursa, la misma que regenta el coso de Las Ventas en Madrid, con objeto de asegurar que el inmueble no fuera a otras manos ofreció 450.000 euros, cantidad que supera holgadamente los 150.000 euros que establecía la Diputación, y que habrán de salir, no quepa la menor duda, del incremento de precios de las localidades y reducción de honorarios a toreros y ganaderos.

Ahora, con el poder en la mano, toca callar, mientras el aficionado se pregunta para qué querrá tantas plazas quien no da toros en las que debe y puede hacerlo, como ocurre en la misma Valencia, donde llevan dos años sin ver un pitón, o Madrid, plaza de temporada donde con un par de festejos y la promesa de un otoño taurino han callado bocas.

Parece mentira que este señor, presidente de la Asociación de Empresarios Taurinos, fuera el mismo que el pasado año cargara toda la artillería pesada contra José María Garzón, un empresario joven, buen aficionado, que goza de excelente crédito entre los amantes del toreo, por el hecho de organizar brillantemente una corrida de toros en la plaza de El Puerto de Santa María, cuando las familias permanecían escondidas y no eran capaces de dar un pitón.

Y como el delito fue que «les levantó los pies del suelo» pretendieron hundirlo, lo que no consiguieron gracias al testimonio de la Policía Autonómica de la Junta de Andalucía, que desarmó el conjunto de falsedades de las que fue acusado por la cúpula del club de empresarios, y algún ridículo espontáneo con ganas de notoriedad, sin que después ninguno de los que quedaron con sus vergüenzas al aire ante el informe de la Policia Nacional, por un mínimo de decencia o vergüenza torera entonara su disculpa.

Del buen hacer de Garzón se van a acordar este año en la bonita plaza gaditana, pues el Ayuntamiento del Puerto ha subastado al mejor postor la explotación, para que la regente el que más dinero ingrese en las arcas municipales. Gracias a tan brillante idea política, el tendido de sombra que en 2020 costaba 65 euros este año costará 99 euros con Carlos Zuñiga, que para cuadrar sus cuentas deberá hacer lo que hemos apuntado hablando de Valencia, plaza donde por cierto también pujaron en subasta los miembros de las otras familias que controlan el toreo, como Bailleres-Chopera, que no ofrecen un pitón desde hace dos años en las plazas del norte que regentan —San Sebastián y Bilbao—, mientras Garzón, también en el norte, ha sido capaz de ofrecer en el precioso coso de Santander una brillante feria taurina. ¿A las familias les importan las plazas o el poder absoluto para controlar y manejar el toreo a su antojo?

Hacen falta empresarios independientes, que vayan por derecho y se preocupen por la afición y por organizar festejos con categoría, como se ha hecho en El Puerto, Córdoba, Jaén, Santander y ahora se anuncia en la bella Málaga, empresarios valientes como Alberto García y José María Garzón, capaces de dar la cara en los dramáticos momentos Covid del pasado año, y sobran los que buscando el control absoluto del negocio, pretenden sin disimulos cortar el paso a esa gente joven que ha demostrado que se pueden dar toros con ilusión, afición, precios aceptables y pensando en el futuro de la Fiesta. 

4 comentarios:

JAragon dijo...

Firme defensor de las injusticias y abusos de poder.
Enhorabuena!

Unknown dijo...

Lamentablemente, unos pocos hacen daño a muchos.
La Tauromaquia es la gran perjudicada.
Si Nautalia encarece precios en Valencia, tendrá enfrente la enérgica oposición de la UTAV, que representa a los Abonados y Aficionados de nuestra Plaza.
La UTAV que presido, no cejará en su lucha por prácticas que perjudiquen a los aficionados.
Agustín Colomar.
Pte. UTAV

Andrés Osado dijo...

Como siempre, gran amigo Antonio, la cosas casas y llamándolas por su nombre. No he de decirte que sigas así, pues se que nunca cejarás en tu empeño. Un abrazo

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo con el Presidente de la UTAV, y como portavoz de la Tertulia Taurina del Ateneo Mercantil de Valencia, también lucharé para que el altísimo canon que ha pagado la empresa adjudicataria no repercuta, en el aumento de precios ni en restar calidad a la fiesta.
Paco Roger
Portavoz de la Tertulia Taurina del A. M.