viernes, 16 de agosto de 2019

LA INMENSA TORERÍA DE JUAN ORTEGA

Por Gonzalo Bienvenida



Un crujido estremeció el alma de los aficionados en el primer trincherazo de Juan Ortega. El núcleo de aficionados que fielmente acude a Las Ventas tuvo paladar para saborear, jalear y exponenciar la exquisita obra del sevillano. La Virgen de la Paloma siempre ha sacado toreros.
Antología del pase natural de Juan Ortega. Foto Plaza1
Con su bendición han resucitado carreras, han surgido figuras y ha dado alas a toreros en vías de extinción. Así ocurrió el año pasado con Juan Ortega, de aquellos polvos estos lodos. De la reveladora torería al despertar de la sensibilidad artística que se vivió ayer en Las Ventas. Entre medias, la cumbre capotera de Resurrección y la nulidad de opciones en San Isidro. También un absurdo apoderamiento por parte de Plaza 1 para tenerlo parado en su casa. Y la mala elección de escoger una destartalada y pesada corrida de Martín Lorca en forma de oportunidad envenenada.
Toreo al natural monumental como la plaza. Foto Plaza1
Dobló las manos el acapachado tercero como lo habían hecho sus hermanos. Con mimo lanceó Ortega ayudándole con las yemas y empujándolo. La torería de las formas estuvo acompañada por una calidad tremenda en muletazos para el recuerdo. Todo hecho despacio, dándole sus tiempos al toro. Eso que los antiguos llamaban torear sin torear. Una tanda eclosionó el toreo de siempre traído a estos días con las yemas de los dedos en el centro del palillo, el pecho por delante, la suerte cargada. Los naturales, de uno en uno, surgieron naturales y preñados de empaque. El pase de pecho sin excentricidades que cerró la tanda levantó a algunos aficionados. De tendido a tendido un señor le mostraba el vello del brazo de punta. Por el derecho el toro no era igual, el contado poder le llevaba a defenderse por ahí. El final andando, con trincherillas, pases del desprecio, cambios de mano fue para enmarcar. Se presentía la oreja pero la defectuosa estocada estuvo agravada con varios descabellos. La fuerte ovación saludada desde el tercio vino a decir: «Esto es lo que gusta en Madrid». Nada pudo hacer con el reservón y malo sexto.

Los corrillos comentaban a la salida el aroma de torería que porta la tauromaquia de Juan Ortega.
Merece más oportunidades.


Extracto de la crónica que Gonzalo Bienvenida firma en el Diario El Mundo, edición del 16 de agosto de 2019, sobre la corrida de toros celebrada la tarde anterior en la plaza de Las Ventas de Madrid. 
Video y fotos Plaza1.

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