Un crujido estremeció el alma de los
aficionados en el primer trincherazo de Juan Ortega. El núcleo de aficionados
que fielmente acude a Las Ventas tuvo paladar para saborear, jalear y
exponenciar la exquisita obra del sevillano. La Virgen de la Paloma siempre ha
sacado toreros.
Antología del pase natural de Juan Ortega. Foto Plaza1 |
Con su bendición han resucitado carreras, han surgido figuras y
ha dado alas a toreros en vías de extinción. Así ocurrió el año pasado con Juan Ortega,
de aquellos polvos estos lodos. De la reveladora torería al despertar de la
sensibilidad artística que se vivió ayer en Las Ventas. Entre medias, la cumbre
capotera de Resurrección y la nulidad de opciones en San Isidro. También un
absurdo apoderamiento por parte de Plaza 1 para tenerlo parado en su casa. Y la
mala elección de escoger una destartalada y pesada corrida de Martín Lorca en
forma de oportunidad envenenada.
Toreo al natural monumental como la plaza. Foto Plaza1 |
Dobló las manos el acapachado tercero como lo habían hecho sus
hermanos. Con mimo lanceó Ortega ayudándole con las yemas y empujándolo. La
torería de las formas estuvo acompañada por una calidad tremenda en muletazos
para el recuerdo. Todo hecho despacio, dándole sus tiempos al toro. Eso que los
antiguos llamaban torear sin torear. Una tanda eclosionó el toreo de siempre
traído a estos días con las yemas de los dedos en el centro del palillo, el
pecho por delante, la suerte cargada. Los naturales, de uno en uno, surgieron
naturales y preñados de empaque. El pase de pecho sin excentricidades que cerró
la tanda levantó a algunos aficionados. De tendido a tendido un señor le mostraba
el vello del brazo de punta. Por el derecho el toro no era igual, el contado
poder le llevaba a defenderse por ahí. El final andando, con trincherillas,
pases del desprecio, cambios de mano fue para enmarcar. Se presentía la oreja
pero la defectuosa estocada estuvo agravada con varios descabellos. La fuerte
ovación saludada desde el tercio vino a decir: «Esto es lo que gusta en
Madrid». Nada pudo hacer con el reservón y malo sexto.
Los corrillos comentaban a la salida el aroma de torería que
porta la tauromaquia de Juan Ortega.
Merece más oportunidades.
Extracto de la crónica que Gonzalo Bienvenida firma en el Diario El Mundo, edición del 16 de agosto de 2019, sobre la corrida de toros celebrada la tarde anterior en la plaza de Las Ventas de Madrid.
Video y fotos Plaza1.
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