sábado, 18 de mayo de 2019

UNA DURA PAPELETA DE VALDESFRESNO


Por BARQUERITO 
Juan Ortega ante un ejemplar de Valdefresno en Madrid. Foto Rafael Villar

La corrida de Valdefresno, cinqueña, honda y armada, el cuajo propio de la línea Atanasio, tuvo dos mitades. En la segunda se jugaron tres toros de pésimo trato: un cuarto que, descompuesto, desarrolló mucha violencia, y con el que Galván solo pudo protegerse; un quinto gazapón de genio desapacible que se puso por delante a las primeras de cambio y no tuvo ni una sola embestida completa; y un sexto que, blando en el caballo, pegó cabezazos al aire y, ya sin enmienda, topó en la muleta bruscamente.

Por tanto, una desoladora segunda mitad. Esos tres toros, abiertos de cuerna, fueron los más ofensivos de un sexteto descarado sin excepción. Los tres primeros salieron de otra manera. Partió plaza uno de 600 kilos. Lámina mastodóntica: corto de manos, largo y ancho, más hondo que ninguno. Toro de exposición. De forma y conductas distintas a las de todos los demás. Suelto y abanto de partida, barbeó las tablas, hizo amago de saltar al callejón dos veces y todo eso sin dejar de ser un toro frío.

El segundo llevaba nombre de reata de nota en Valdefresno: 'Lirio'. Como el de uno de los toros que mejor ha toreado Ponce en Madrid. Hace unos cuantos años. Las hechuras de uno y otro, muy diferentes. Y el estilo. Aquél de los años 90 atacaba en tromba y este, a menos, duró muy poquito y se acabó aplomando. Mucha plaza recorrió el 'Lirio' de ahora, y mucha plaza tenía pese a ser el más liviano de los seis. De su brusco fondo dio cuenta con particular primor Juan Ortega en una faena de rico encaje, suavidad distinguida, asiento impecable y composición nada común. Tres tandas en redondo bastaron para dejar sello y huella a pesar de que, implacable, el viento se metió por donde y cuanto pudo. El manejo de avíos de Ortega llama la atención. Su colocación y postura natural también. La armonía toreando. Solo que protestó el toro antes de venirse abajo. Tras una estocada contraria, tres descabellos. Pareció que no había pasado nada. Pero pasó. Y volvió a pasar cuando, con decoro refinado, resolvió la papeleta del quinto, el peor de la corrida.


FICHA DEL FESTEJO

Seis toros de José Enrique y Nicolás Fraile. Todos, con el hierro de Valdefrescno, salvo dos -3º y 4º- con el de Fraile Mazas.

David Galván, saludos tras un aviso y silencio tras un aviso. Juan Ortega, aplausos y silencio tras un aviso. Joaquín Galdós, saludos y silencio.

Madrid. 3ª de San Isidro. Primaveral, variable, viento racheado. 11.226 almas. Dos horas y doce minutos de función. Un minuto de silencio en memoria de Joselito el Gallo.



BARQUERITO. Extracto de la crónica del 17 de mayo de 2019 (COLPISA)

No hay comentarios: