PLAZA DE LA LAGUNILLA
Donde Manolete soñó con ser torero
jueves, 16 de mayo de 2024
ANIVERSARIO DE «JOSELITO»
sábado, 13 de abril de 2024
SEVILLA HA CAMBIADO
Por Antonio Luis Aguilera
Plaza de toros de Sevilla |
Una de las cosas que caracteriza a una plaza de toros es el criterio de su afición y de la autoridad que ocupa el palco presidencial. Sevilla siempre fue una plaza con sello propio, donde sus silencios pesaban como una losa avergonzando a los toreros, y la entrega de su público era signo de reconocimiento y respeto: la aprobación de una obra bien hecha. Hasta en esa entrega Sevilla siempre fue cauta para administrar su saber ver el toreo, para analizar el comportamiento de los toros, y para medir en su justa medida la lidia. Salvo con algunos de «sus toreros», que gozaron de trato especial, Sevilla fue una plaza dura para la torería foránea, que debía de estar muy espabilada y hacer las cosas mejor que bien para obtener un triunfo que siempre otorgaba categoría.
Pero Sevilla ha cambiado, ya no es la misma. Por ley de vida han desaparecido aquellas generaciones de grandes aficionados que precedieron a los que hoy ocupan los asientos de la plaza más bonita del mundo. Y aunque todavía mantiene una afición selecta que ya quisieran para sí muchas plazas, entre los cabales que distinguen el paño se mezcla una masa triunfalista de escaso saber y menos prudencia, que estalla al primer lance o muletazo sin esperar para comprobar el planteamiento de la lidia, el acierto de los terrenos elegidos, el acoplamiento entre los protagonistas, o sin medir si el desarrollo, templanza y resolución de la suerte cobra idéntica verdad y belleza a la del embroque que provocó un precipitado estallido de júbilo. Ya no suele escucharse ese runruneo general del «bien» que precedía al ole emocionado con que estallaba toda la plaza.
Del mismo modo, tampoco se valora proporcionalmente la resolución de la faena, la firma que con el acero ha de estampar el matador sobre la cruz del animal. Como en tantas otras plazas, ahora lo importante es que el toro doble pronto, sin importar mucho la ejecución de la suerte suprema, la trayectoria de la espada y el lugar de la anatomía donde se haya alojado. Las estocadas que hace años se criticaban porque estaban en «el rincón» hoy serían estoconazos de primera categoría ante esos sablazos que se alojan en los bajos e incluso en «el chaleco», sin que importen mucho o poco para solicitar del palco un premio grande para el torero.
Y si el palco lo ocupan aficionados que llegado el momento de tomar su decisión no son capaces de soportar la presión de los triunfalistas, al relevo generacional del público de la plaza se suma ese otro cambio de criterio de un palco que ahora no valora en su justa medida la excepcional bravura de un toro en el ruedo antes de rajarse por estar pasado de faena, o que desde ese balconcillo, que nunca fue fácil para los toreros —salvo para algunos de Sevilla, como ya hemos dicho—, ahora flameen pañuelos blancos a pares ninguneando la categoría de una plaza que siempre fue única. En el tramo que va de feria se han tomado decisiones impropias por el presidente de las corridas, como no premiar con la vuelta al ruedo a un excelente toro, o regalar una Puerta del Príncipe, por razones que trascienden a las taurinas, a un matador que ofreció una gran tarde de toros y debió cortar una oreja de peso en cada toro. Esperemos que el palco vuelva a ser el palco y la tómbola de premios baratos siga donde tiene que estar: en la calle del infierno del recinto ferial.
lunes, 8 de abril de 2024
EN RECUERDO A JUAN BELMONTE
EL ÚLTIMO ENCIERRO
Manuel Benítez Carrasco
¡Cómo pudo, cómo pudo
con un torero tan grande
un torillo tan menudo!
Los pitones van torcidos,
el plomo marcha derecho;
aquellos te hirieron tanto,
éste, una vez, y estás muerto.
¡Cómo pudo, cómo pudo
con un torero tan grande
un torillo tan menudo!
En el silencio del cuarto
—soledad de redondel—,
tú, y un torito de plomo
pequeño, que ni se ve;
y una arrancada de pólvora,
una cornada en tu sien,
y tu muerte en la pasmada
soledad del redondel.
Un hilo manso de sangre,
sin posible enfermería,
poco a poco se cuajaba,
roja escarcha, en tu mejilla.
¡Cómo pudo, cómo pudo
con un torero tan grande
un torillo tan menudo!
¿O es que, cuando aquel torillo
de lumbre te dejó frío,
ya estabas empitonado
por el toro del hastío…?
¿Qué corrida de amargura
bajo tu frente abatida;
qué toros de sinsabor
en la plaza de la vida;
qué toros de sin sabor
andaban dando cornadas
dentro de tu corazón…?
¿Acaso quisiste huirle
—qué tremenda única vez—
a ese toro, con frecuencia
marrajo, de la vejez…?
¿Fue que volviste la espalda
—qué única vez con razón—
al eral, florido, tierno
y astifino del amor…?
¿Fue que le tuviste miedo
—qué única vez de agonía–
al toro manso, más manso,
al de la melancolía…?
¿O más bien, que no quisiste,
porque no, torear más
al reservón, negro y largo
toro de la soledad…?
Si no pudieron contigo
los toros de furia brava
que matan a pitón limpio;
si no pudieron contigo
—si es verdad que no pudieron—
esos toros que te digo,
los del amor, la vejez,
la soledad, el hastío…
¿cómo pudo, por qué pudo
con un torero tan grande
un torillo tan menudo?
Los pitones van torcidos,
el plomo marcha derecho;
aquellos te hirieron tanto…;
éste, una vez, y estás muerto.
Y en el aire, la pregunta
está vestida de negro,
arañándose la duda:
¡Cómo pudo, por qué pudo
con un torero tan grande
un torillo tan menudo!
Juan Belmonte García |
Tomado del libro «Los toros en la poesía de Manuel Benítez Carrasco».
Editorial Castillejo. Sevilla.
miércoles, 27 de marzo de 2024
GABRIEL DE LA HABA «ZURITO»
Por Antonio Luis Aguilera
Gabriel de la Haba «Zurito» |
Ayer 26 de marzo, martes santo, a los 78 años de edad, dejó de existir en su querida Córdoba natal el matador de toros Gabriel de la Haba Vargas, miembro de la torera dinastía de los «Zurito», cuyo fallecimiento deja una honda huella de gratitud en quienes tuvimos la suerte de contar con su amistad.
Queremos rendir homenaje al espada del torerísimo barrio de Santa Marina con algunos de sus propios recuerdos sobre su época, aquella de los años sesenta, donde en los ruedos supo destacar por la verdad de su torería y gran hombría ante los toros, la misma que siempre le caracterizó en la vida —se torea como se es— como un cordobés serio y cabal, amigo de sus amigos, nada dado a chismes ni a moscones, dispuesto mientras las fuerzas le acompañaron a colaborar con su arte en las obras benéficas que fueran precisas para remediar el sufrimiento ajeno. Lo que se conoce como un tío y un torero de la cabeza a los pies.
Gabriel durante la tertulia. Foto Marogo |
Las declaraciones que publicamos fueron realizadas en la tertulia celebrada el ya lejano 10 de mayo de 1991 en el desaparecido Hotel Meliá Córdoba —el hotel de los toreros— y fue emitida por Onda Cero Radio.
De la antigua plaza de toros de «Los Tejares» de Córdoba, Gabriel recordaba:
—Recuerdo la plaza de «Los Tejares» como mi segunda casa. Allí me crie y me hice hombre. Mi pena fue no tomar allí la alternativa. Fueron circunstancias de la vida, de los profesionales, se truncan las cosas…
Allí fue ese gran acontecimiento nuestro, de Agustín Castellano «El Puri» y mío, que marcó un hito en la historia del toreo, pues en una novillada sin caballos no se ha puesto el cartel de no hay billetes nada más que aquel día.
Recuerdo todos los pormenores y las grandes satisfacciones que me llevé, porque allí fue donde se hizo mi carrera y viví todo. Incluso mi padre, siendo asesor de la plaza —muy severo por cierto—, no me dejaba entrar —que él tenía posibilidad— y yo tenía que agarrarme a las amistades de los toreros cuando entraban, incluso colarme corriendo.
Quise tomar la alternativa en aquella plaza que llevo en el alma… Pude, pero no hubo acuerdo… Esa es mi única pena. Para mí todo son recuerdos… Incluso lástima.
El torero con el autor de este texto |
Sobre la inauguración de la actual plaza de «Los Califas», donde figuró en tercer lugar en el cartel del 9 de mayo de 1965 —fecha que coincidió con la coronación canónica de la Virgen de los Dolores de Córdoba, que tuvo lugar por la mañana—con José María Montilla y Manuel Benítez «El Cordobés», Gabriel rememoraba:
—Los recuerdos de aquel día son inolvidables, porque me sucedieron dos cosas: la primera, la inauguración del coso en uno de los días más relucientes de la historia de Córdoba; la segunda, que venía arrastrando un gran bache en mi profesión, como consecuencia de la grave cornada que me dio un toro en Jaén.
En Sevilla se me dio mal la feria, y ya había decidido que si en Córdoba el día de la inauguración no se me daba bien me marchaba del toreo, porque cuando no van las cosas lo mejor es irse. Fue un bache profundo. Pero mira por dónde aquel día, como consecuencia de los dos toreros que tenía al lado, que arreaban, pues no me dejé ganar la pelea. Las cosas se dieron bastante bien y a partir de ahí empecé otra vez a tomar vuelo. Ocurrieron esas dos cosas: la inauguración y encontrarme de nuevo conmigo mismo.
El toreo al natural de Gabriel |
Aquella tarde, a Manuel Benítez le pegó una cornada en la axila el segundo toro de la tarde, en la enfermería solicitó que le infiltrarán para salir a matar al quinto, lo que herido hizo con gran éxito cortándole las dos orejas y el rabo. Gabriel recordaba a su compañero.
—Su raza era indiscutible. Ahí lo tiene la historia. Pienso que los demás toreros lo teníamos que haber tomado como ejemplo. Pero en fin, cada uno tiene su forma de ser y su personalidad. No obstante, quiero resaltar de ese hombre esa gran virtud de poderío para sobreponerse a todas las circunstancias de su profesión, aunque fueran las más adversas del mundo. Para mí ha sido lo más envidiable, porque en una profesión donde todo son inconvenientes, sustos y malos ratos, la forma con que ese hombre resolvía su papeleta, con responsabilidad y solvencia, ha sido la envidia de todos nosotros.
Eso quizá fue lo que me hizo reencontrarme conmigo en el último toro de la tarde. Aquel toro salió manso, costó trabajo picarlo y no se le pudo torear de capote. Hasta la gente se estaba levantando para irse. Pero ese acto de Manuel Benítez de salir en el quinto toro estando herido fue lo que me hizo sobreponerme a las dificultades que tenía mi toro. Al final, me eché la muleta a la mano izquierda y le corté el rabo. Aquello fue sensacional. (Gabriel, en un gesto de torería, renunció a salir a hombros por respeto a Manuel Benítez, que por estar herido tampoco lo hizo).
En aquellos años sesenta Córdoba gozó de una amplia baraja de grandes toreros. Debido al amplio número de toreros en activo a veces fue complicado anunciarse en los carteles de la feria.
—Ese problema lo hubiéramos querido tener todos los años, no solo en los sesenta. En toda la historia del toreo cordobés nos hubiera gustado tener esa dificultad. Nosotros podemos decir orgullosamente que estuvimos ahí, en esa época en la que había ocho o diez profesionales que paseaban el nombre de Córdoba por todas las ferias de España.
«He sido torero por encima de todo» |
Sobre el torero de los años sesenta y el de los noventa, cuando tuvo lugar la conversación, Gabriel opinaba:
—El toreo de hoy es más chivato. Ahora ves a un profesional y te está contando con detalle las circunstancias y el porqué. Me estoy refiriendo a que el toro de hoy te deja torear más despacio, te deja estar menor rato delante, y las circunstancias son distintas a nuestra época. Aquel toro tenía mucha movilidad, y el problema estaba en que tenías que ser una excepción como ese Antonio Ordóñez, que los paraba en la misma muleta y los estrellaba… Por eso era Antonio Ordóñez. Para los demás, que no teníamos ese privilegio, pues además de nuestras cualidades todo era base de cojones y amor propio, pero no se podía templar el toro como hoy por sí mismo se templa. Hoy cualquier chaval torea despacio, pero ¿por qué? Pues porque el toro se presta a ese toreo, la prueba está en que se torea despacio o no se torea porque el toro se para. Esa es la diferencia.
En el estar mal sí que existe una gran diferencia entre esta época y aquella. Antes nos tirábamos al callejón y hoy no pasa nada. Hoy un torero puede estar bien o no, pero tirarse al callejón no se tira.
Para mí fue una desgracia tener que comer del toro arrimándome, porque lo que me hubiera gustado es tener una calidad excepcional, para comer de esto sin tener que jugármela todos los días, y sin tener que mancharme «vestío» tras «vestío».
Pero la verdad es que cambia el sistema de vida. Todo cambia, y el toreo no es una excepción. Hoy no puede uno arrimarse al toro, porque se para y cuando se para, el torero lo que tiene que hacer es coger los trapos e irse, porque el toreo tampoco es echarse encima de los toros. Eso de la casta y la raza tiene que ir compaginando de calidad. Además, ahí está el público que ha vuelto a interesarse por la calidad, no por las barbaridades.
Preguntado qué se llevaba del toreo, Gabriel contestó:
—Me llevo todo, porque he sido torero por encima de todo; sin haberlo querido. Con eso te digo bastante…
Para finalizar aquel espacio radiofónico quisimos que recordara alguna anécdota simpática de su carrera.
—Maté una corrida en la plaza de «Vista Alegre» de Madrid la tarde de «Antoñete» con el toro de Osborne «Las Ventas». Bajaba ya vestido de paisano al vestíbulo del hotel cuando subían los de «Las Ventas»; entre ellos Victoriano Valencia, que iba a impecablemente vestido de torero.
Le dije: «Victoriano, ¿vas o vienes de la plaza…?
Descanse en paz el respetado torero y buen amigo.
miércoles, 20 de marzo de 2024
FESTEJOS CELEBRADOS EN «LOS CALIFAS»
Plaza de toros de Córdoba |
Festejos celebrados en la plaza de «Los Califas» de Córdoba.
Datos estadísticos: Antonio Luis Aguilera
Abreviaturas: CT: Corridas toros. CR: Corridas rejones. NP: Novilladas picadas, NSP: Novilladas sin picadores.
BEC: Becerradas. CÓM: Cómico-taurinos. FB: Festivales benéficos.
AÑO | C.T. | C.R. | N.P. | BEC. | N.S.P. | CÓM. | F.B. | TOTAL |
1965 | 5 | 0 | 8 | 3 | 1 | 0 | 2 | 19 |
1966 | 7 | 0 | 12 | 1 | 1 | 0 | 2 | 23 |
1967 | 6 | 0 | 9 | 7 | 1 | 2 | 2 | 27 |
1968 | 6 | 0 | 5 | 10 | 1 | 2 | 1 | 25 |
1969 | 5 | 0 | 3 | 10 | 1 | 2 | 1 | 22 |
1970 | 3 | 2 | 2 | 10 | 1 | 2 | 0 | 20 |
1971 | 4 | 1 | 3 | 10 | 1 | 3 | 0 | 22 |
1972 | 4 | 1 | 7 | 0 | 1 | 2 | 1 | 16 |
1973 | 3 | 1 | 3 | 0 | 1 | 1 | 0 | 9 |
1974 | 3 | 1 | 6 | 0 | 1 | 1 | 0 | 12 |
1975 | 2 | 1 | 9 | 4 | 1 | 2 | 0 | 19 |
1976 | 3 | 1 | 3 | 4 | 2 | 1 | 0 | 14 |
1977 | 3 | 1 | 5 | 0 | 1 | 1 | 2 | 13 |
1978 | 3 | 1 | 1 | 0 | 3 | 1 | 1 | 10 |
1979 | 3 | 1 | 3 | 0 | 1 | 1 | 1 | 10 |
1980 | 4 | 1 | 6 | 3 | 1 | 2 | 0 | 17 |
1981 | 4 | 1 | 6 | 0 | 1 | 1 | 2 | 15 |
1982 | 3 | 1 | 1 | 2 | 1 | 1 | 1 | 10 |
1983 | 3 | 1 | 1 | 5 | 3 | 1 | 0 | 14 |
1984 | 3 | 1 | 3 | 6 | 4 | 1 | 0 | 18 |
1985 | 3 | 1 | 4 | 2 | 1 | 1 | 3 | 15 |
1986 | 4 | 1 | 4 | 1 | 1 | 1 | 0 | 12 |
1987 | 5 | 1 | 4 | 0 | 1 | 1 | 1 | 13 |
1988 | 4 | 1 | 4 | 2 | 1 | 1 | 1 | 14 |
1989 | 5 | 1 | 4 | 0 | 1 | 2 | 1 | 14 |
1990 | 3 | 1 | 7 | 0 | 1 | 1 | 2 | 15 |
1991 | 7 | 1 | 6 | 5 | 1 | 1 | 0 | 21 |
1992 | 6 | 1 | 6 | 5 | 1 | 1 | 1 | 21 |
1993 | 9 | 1 | 4 | 3 | 3 | 1 | 0 | 21 |
1994 | 7 | 1 | 4 | 4 | 1 | 1 | 1 | 19 |
1995 | 7 | 1 | 2 | 7 | 1 | 1 | 1 | 20 |
1996 | 7 | 1 | 4 | 4 | 1 | 1 | 2 | 20 |
1997 | 7 | 0 | 3 | 2 | 2 | 0 | 1 | 15 |
1998 | 8 | 1 | 4 | 4 | 5 | 0 | 3 | 25 |
1999 | 6 | 1 | 2 | 6 | 2 | 0 | 2 | 19 |
2000 | 7 | 1 | 2 | 7 | 2 | 0 | 1 | 20 |
2001 | 4 | 1 | 2 | 5 | 1 | 0 | 0 | 13 |
2002 | 5 | 1 | 2 | 5 | 3 | 0 | 1 | 17 |
2003 | 6 | 1 | 3 | 1 | 1 | 1 | 2 | 15 |
2004 | 5 | 1 | 3 | 3 | 1 | 0 | 1 | 14 |
2005 | 8 | 1 | 2 | 1 | 1 | 0 | 1 | 14 |
2006 | 5 | 1 | 3 | 1 | 1 | 0 | 1 | 12 |
2007 | 6 | 1 | 3 | 1 | 1 | 0 | 1 | 13 |
2008 | 6 | 1 | 3 | 1 | 1 | 0 | 1 | 13 |
2009 | 5 | 1 | 2 | 1 | 1 | 0 | 1 | 11 |
2010 | 5 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 10 |
2011 | 4 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 9 |
2012 | 3 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 8 |
2013 | 3 | 1 | 0 | 2 | 1 | 0 | 1 | 8 |
2014 | 2 | 1 | 0 | 2 | 1 | 0 | 1 | 7 |
2015 | 3 | 1 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 6 |
2016 | 1 | 1 | 0 | 1 | 1 | 0 | 1 | 5 |
2017 | 2 | 1 | 0 | 1 | 1 | 0 | 0 | 5 |
2018 | 2 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 4 |
2019 | 2 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 4 |
2020 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 |
2021 | 3 | 0 | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 | 5 |
2022 | 2 | 0 | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 | 4 |
2023 | 2 | 0 | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 | 4 |
TOTALES | 257 | 50 | 190 | 160 | 72 | 41 | 51 | 821 |
EMPRESARIOS DEL «COSO DE LOS CALIFAS»
(Aforo actual: 13.900 localidades)
Empresa | Desde | Hasta |
Diodoro Canorea Arquero | 1965 | 1969 |
José Jiménez Blanco y Luis Miranda | 1970 | 5/1970 |
José Flores Cubero | 6/1970 | 6/1970 |
Gabriel Puerto Peralta | 7/1970 | 11/1970 |
José Cuevas Roger | 1971 | 1974 |
José y Victoriano Cuevas Roger y José Cuevas Baile | 1975 | 1979 |
José y Manuel Flores Cubero | 1980 | 1984 |
José y Manuel Flores Cubero y Antonio Pérez-Barquero | 1985 | 1990 |
Curro Conde, Salvador, Miguel Mayorga, | 1991 | 1993 |
Coso Taurino S.A. (Manolo Camará, Emilio Miranda) | 1994 | 1997 |
Albero de los Califas S.A. (Diodoro Canorea Arquero y Santiago Muñoz Machado) | 1998 | 1998 |
Comandante Dorado S.A. (Francisco Dorado) | 1999 | 2002 |
Taurotoro S.A. (José María González de Caldas) | 2003 | 2006 |
Taurotoro S.A. (José María González de Caldas) | 2007 | 2010 |
Martínez Flamarique S.L. (Oscar y Pablo Martínez Labiano) | 2011 | 2012 |
Ramguertauro S.L. (Ricardo Ramírez Guerra, de Venezuela) | 2013 | 2014 |
Fusión Internacional por la Tauromaquia (Espectáculos Taurinos de México. Alberto Bailleres González). Gerente: José Cutiño. | 2015 | 2019 |
Lances de Futuro (José María Garzón Mergelina) | 2020 | 2024 |