Por Antonio Luis Aguilera
Borja Jiménez, Lama de Góngora, Rafael Serna, Ángel Jiménez, José Ruiz Muñoz, y Juan Pedro García "Calerito". Foto Arjona |
Si difícil es lograr que a los toreros sevillanos que no tienen padrino los pongan en la Maestranza, más lo es catalogar la idea empresarial de otorgarles media oportunidad, como el que ofrece un plato de lentejas por aquello de las tomas o las dejas, con una caridad impostada, fría, arrogante, insensible e irrespetuosa para el toreo y para los toreros que luchan por abrirse camino en el difícil mundo del toro, el que algunos empresarios como el sevillano convierten en el más difícil todavía para los que anuncia en ese cartel de la oportunidad, donde rifan seis toros para seis toreros, mientras en el amplio abono hispalense se contratan sí o también a espadas con más ferias que el teatro chino, aunque no interesen a nadie, al estar dirigidos por los influyentes comisionistas del toreo.
Hablando en plata: ¿qué atractivo tiene para el público la inclusión en la feria de los diestros que han vuelto este año —sin
que nadie los reclame— tras una fugaz retirada, o la de esos otros que retornan
cada primavera como los vencejos sin llevar a nadie a la plaza? ¿Incluirían
fuera del abono a tanto jeringo
frío y olímpico velocista que repiten sin decir nada en una plaza tan sensible para el toreo como Sevilla? Rotundamente, no. Mas es primordial mantener las buenas relaciones con las
familias del negocio, para que los comisionistas no tengan dificultades en obtener sus réditos en el coso del Baratillo, por mayo en Las Ventas, y después en el
resto de ferias controladas por quienes se devuelven favores en el intercambio de cromos en que han
convertido el toreo.
No es nuevo que las empresas taurinas ofrezcan oportunidades buscando su propia rentabilidad, bien sea para quitarse de en medio al humilde que les da la coña implorando como un martillo pilón, o para satisfacer al torerito del comisionista que no quiere abrir plaza, y para ello colocan en un cartel de figuras a un novillero al que dan la alternativa. De esta forma le toca la lotería al muchacho, sale rentable a la empresa y resuelve el capricho del comisionista y del comisionado. Pero generalmente toda la vida se ofrecieron oportunidades con una corrida de seis toros para tres matadores. Por eso debe de ser durísimo que a seis toreros que se han preparado a conciencia para estar en Sevilla les ofrezcan media oportunidad. El plato de lentejas, advirtiéndoles que hay cola esperando, la limosna que nunca darán a tanto comisionado protegido, que reaparece o vuelve cada año por abril sin interés para el aficionado, porque lleva temporadas sobreviviendo en las ferias por lo que fue en el toreo, mientras hoy no es capaz de preguntar ni a la hora que empieza la corrida. La media oportunidad es como la media verdad: media mentira. La que ayer hubieron de aceptar a la trágala seis toreros sevillanos a los que se ofreció la "piadosa" oportunidad de jugarse la vida con un solo toro. Igual que un festival, sin beneficio alguno, pero de luces y con el animal en puntas. ¿Eso es preocuparse por la Sevilla taurina y su cantera?
4 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo mi admirado amigo. Tu pluma, cargada de sensibilidad y afición ha retratado a la perfección ese medio plato de lentejas que se les ha ofrecido a seis 6⃣ toreros muy necesitados de una real oportunidad. Para más INRI algunos de los medios platos estaban carentes de sal y aceite
Totalmente de acuerdo una vez más, Antonio
Amigo Antonio:
Como siempre, no se te escapa una. Una vez y otra, sales al frente para poner las cosas en su lugar.
Bravo por ti.
Un abrazo
Como siempre acertado, no se puede decir más claro Es una pena que el toreo vaya por estos derroteros, la Fiesta tiene fecha de caducidad por estos mercantilistas del toreo. Un abrazo.
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