Por Antonio Luis Aguilera
Resulta impensable considerar que la televisión de pago que transmite el fútbol dejara de emitir los últimos partidos de la liga de primera. Sin embargo, en el caso de los toros parece valer todo, y a los abonados del canal temático de Movistar nos han dejado sin la habitual feria de otoño de Madrid. Según el responsable del canal de televisión, ante la abusiva y desproporcionada subida de precios exigida por los gestores de la plaza madrileña, que rechazaban la presencia de las cámaras con los importes que fueron acordados para la feria de San Isidro. Y según el responsable de Plaza1 —que reconocía haber solicitado un incremento de precios menor al 40% del cobrado en mayo—, ante la falta de respeto a la categoría del coso madrileño del director de Canal Toros, que pretendía televisar la feria a precios de plaza de tercera categoría.
Por supuesto, la
consecuencia inmediata habrá sido la fuga de la mayoría de los abonados del canal, que se habrán dado de baja para
no pagar por ver repeticiones de emisiones anteriores. Pero lo que nos sorprende a
los suscriptores es que no exista la menor explicación por parte del medio, que solo
podemos entender como una falta de consideración a quienes costean
el canal temático. La forma de despedir la temporada taurina —al menos, de
momento salvo novedades— es perjudicial para el toreo en general, pero como puede deducirse de
las declaraciones de unos y otros, quienes mueven los entramados del negocio
no parece que anden muy preocupados. En sus proyectos solo existen los acuerdos a corto
plazo, se rehúye la planificación, el interés general, y las negociaciones saltan por los aires cuando
de ajustar dinero se trata.
De igual modo resulta censurable que la comunicación de Canal Toros con sus abonados no exista. Por no tener, no tiene actualizada en temporada ni la página de Internet que debe informar de próximas retransmisiones o programas de estreno. El abonado paga y calla, aguardando que los conductores de las corridas le avancen al final de cada feria cuál será la próxima donde acudirán las cámaras. Por no existir, ni siquiera existen campañas publicitarias que motiven o inviten a los espectadores a suscribir este canal de pago. Si añadimos que se trata del único canal que televisa corridas, porque las televisiones generalistas —salvo contadas excepciones como el espacio de Tendido Cero de RTVE2, los canales autonómicos y, a veces, los informativos de Telecinco— solo dedican unos segundos al toreo para emitir cornadas y silenciar triunfos, en estos momentos flaco favor le hacen a la Fiesta de los toros las partes que manejan el negocio. De pena.
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, amigo Antonio. Hay que seguir luchando. Un abrazo
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