jueves, 14 de octubre de 2021

LA GENTE JOVEN HA VUELTO A LAS PLAZAS

Por Antonio Luis Aguilera

La increíble despaciosidad de Juan Ortega.
 Foto Arjona (Revista Aplausos)

De los aspectos más importantes de la temporada que está a punto de concluir nos quedamos con la vuelta de la gente joven a las plazas. Da gusto ver los tendidos con tanta juventud, que acude sin complejos a presenciar un espectáculo profundamente arraigado en nuestras costumbres, y que desde hace siglos forma parte de la cultura de España, a pesar del desprecio actual de los políticos ignorantes que gobiernan la nación, quienes tratan de hundirlo con conductas prevaricadoras, como la denegación del subsidio por Covid a los profesionales del toreo, a pesar de las terribles circunstancias económicas, que tuvieron que acudir a los tribunales de Justicia para que estos les reconocieran su derecho a percibirlo, algo increíble en un gobierno de izquierdas que no respeta la diversidad ni el derecho.

El mismo que pretende prohibir la asistencia a los espectáculos taurinos de los menores de 16 años, propuesta que fue llevada el pasado fin de semana al congreso del partido en Valencia; y el que ha sacado de la chistera del dinero público un bono cultural de 400 euros para los jóvenes que cumplan los 18 años en 2022, con el que sin el menor escrúpulo busca la compra de votos, y que con deliberada desvergüenza excluye a la fiesta de los toros, curiosamente a propuesta de la misma ministra —ahora vicepresidenta del gobierno— que tanto daño moral y económico causó a los profesionales del toro denegando las ayudas Covid.

El hermoso trazo del toreo de Morante. Foto Plaza1

Es decir, un nuevo acto de presunta prevaricación gubernamental —que afortunadamente va a ser llevada a los tribunales por la Fundación del Toro de Lidia—, tratando de orillar desde el Estado la ley 18/2013, de 12 de noviembre, para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural. Otro obstáculo en el camino del toreo de un gobierno que lo odia y lo margina, no respeta a sus profesionales, ni acepta la libertad consagrada en la Constitución para que la ciudadanía haga y elija lo que le plazca dentro de los límites de legalidad. Otro impedimento más al toreo de esa mediocridad política a la que se le llena la boca hablando de libertad y respeto.   

Pero a pesar de este sucio acoso del gobierno a los profesionales taurinos y a los aficionados, la respuesta de la gente joven ha sido la contraria a lo pretendido y esta temporada ha vuelto con fuerza a las plazas, como ha podido verse en las corridas televisadas por el Canal Toros de Movistar, y de forma especial a las corridas donde tomaban parte toreros considerados artistas por la bella y singular manifestación de su acento personal, ese que cuando se expresa ilumina el ruedo con la cegadora fuerza del relámpago para que los tendidos, asombrados ante el fenómeno, liberen el estruendo del ole seco y profundo, la catarsis ante la experiencia vital profunda y comunitaria, que únicamente se desencadena ante unas verónicas ralentizadas, o unos naturales que no terminan en la despaciosa y serpenteante embestida que rodea la cintura del artista que cita, trae, pasa y lleva una amenaza de muerte hasta detrás de su cintura para poder ligar otra embestida.

La belleza dibujada por Diego Urdiales

La gente joven ha elegido bien rechazando debates estériles de confrontación política —¡qué lejos quedan los tiempos de consenso y debate de aquellos políticos de talla de cualquier formación en la transición!— y siendo testigos de una temporada fecunda en el toreo de arte, ese que permanece siempre en la mente de la afición, y que será recordado como el suceso de tal plaza o cual feria, porque la firma de su autor no se difuminará con el paso del tiempo, como sí lo harán con toda seguridad los discursos fatuos de la vigente clase política, que tanto hartazgo, desazón y malestar provoca en la ciudadanía.

¿O es que puede olvidarse el hermoso trazo del toreo de Morante, la belleza dibujada por Diego Urdiales o la increíble despaciosidad de Juan Ortega…? Tres nombres propios de la temporada para elegir una terna soñada, a los que cada aficionado podrá añadir algunos más, de esos héroes que jugándose la vida cada tarde han reivindicado en la arena la belleza del toreo en su más excelsa expresión. Y lo han hecho con tanta intensidad que otras manifestaciones artísticas, que antes del Covid estaban de moda, las catalogadas en el concepto del «más difícil todavía», han pasado a un segundo plano ante la poesía del toreo sin estridencias, el de manos bajas, trazos de seda y templado compás, que por su inolvidable plasticidad y verdad eriza el vello, humedece los ojos y seca las gargantas cuando un artista se juega la vida ante un toro bravo. 

Eso sí que es arte de verdad y no los groseros ataques y censuras del gobierno de España a la Tauromaquia. Sin bono cultural o pretendida compra anticipada del voto, la gente joven ha vuelto a los toros haciendo uso de su libertad y de su sensibilidad. A pesar de tanta hostilidad los aficionados estamos de enhorabuena.

5 comentarios:

Alfredo Asensi dijo...

Excelente artículo cargado de razón.Mi cordial enhorabuena al amigo Antonio Luis Aguilera.

Rafael Alonso dijo...

Que verdades has dicho en tu articulo. Enhorabuena.

JARALES dijo...


SR. AGUILERA, HE LEÍDO SU IMPECABLE ARTÍCULO Y NADA QUE OBJETAR EXCEPTO EL ORDEN

EN EL QUE HA PUESTO LAS FOTOS DE LOS TOREROS QUE LO ILUSTRAN.

EN MI OPINIÓN HA DEBIDO PONERLOS POR ORDEN DE INTERVENCIÓN EN LA PLAZA Y NO

EMPEZAR POR JUAN ORTEGA ( QUE ACTUÓ EL ÚLTIMO ) SE NOTA SU FAVORITISMO !!!!!

ESO ES TODO.

SIGA USTED ESCRIBIENDO, QUE LO HACE MUY BIEN Y SE APRENDE MUCHO.

Andrés Osado dijo...

Nunca has temido a las palabras. En estos momentos, has demostrado, nuevamente, tu saber estar.
Muy bien dicho, amigo Antonio L.

Luis Miguel López R. dijo...

Antonio, impecable artículo. No se puede ser más directo, más educado, más respetuoso. Se podrá decir más alto, pero no más claro.
Es evidente que estamos gobernados por unos políticos mediocres y sectarios, que nos tratan de imponer “su moral” y privarnos de nuestros derechos y libertades. Hoy son los toros. Mañana será la religión (sobre todo si esta es católica). Pasado la educación de nuestros hijos, que ya nos dijeron que no nos pertenece… Ya pasó en Cataluña. Lo que empezó prohibiendo los toros contra la Constitución Española, que parecía no importarles a muchos de los que no simpatizan con la tauromaquia, derivó en un ataque frontal a la misma carta magna, en forma de ilegal referéndum.
Está muy bien recurrir a la justicia para defendernos de los atropellos de este gobierno, que raya la prevaricación. El problema es que, tras la sentencia que determinó que se estaba excluyendo a los profesionales taurinos del subsidio por la crisis del Covid de forma arbitraria e ilegal, el responsable de la decisión política de tal actuación, no ha presentado su dimisión, ni creo que nadie la haya exigido. Una justicia tan tardía por cierto, no es justicia, es otra forma de injusticia.
Es más, estos mismo políticos vuelven a las andadas excluyendo a la tauromaquia en el bono cultural para jóvenes, cuando por ley, la tauromaquia es cultura. Bien saben que si quieren acabar con algo, hay que cortar la sabia nueva.
Es un hecho, que a pesar de la limitación de aforo y la reducción de festejos, mucha gente joven ha asistido a los toros. Puede que sean una minoría entre los jóvenes, pero cuando un joven presencia y es capaz de emocionarse con las verónicas de Juan Ortega en la Maestranza, Morante, en cualquier tarde de esta temporada diría yo, la faena de Urdiales en Sevilla, Emilio De Justo y Ginés Marín poniendo las Ventas boca abajo para salir en volandas camino de la calle de Alcalá… seguramente ya no habrá político capaz de convencerlos sobre sus gustos y aficiones y espero que no consigan nunca privarles de su libertad y derecho de acudir a emocionarse en una corrida de toros.
Por tanto, taurinos, abrid los ojos y tener la imaginación suficiente para que los jóvenes cada vez sean más en las plazas. En ellos reside el futuro de la fiesta y… nuestro futuro. ¿O alguien no sabe por qué los políticos no se atrevieron a prohibir los Corre Bous en Cataluña?
Muchas gracias Antonio, por tu dedicación y por llamar a las cosas por su nombre.