martes, 17 de marzo de 2020

OBITUARIO: RODOLFO ORTEGA


 Por Antonio Luis Aguilera
 
Rodolfo Ortega. Foto revista Aplausos
Ha fallecido el ganadero Rodolfo Ortega García, hijo de Jacinto Ortega Casado, fundador de la centenaria ganadería de origen Veragua, que hace años lidiaba a nombre de sus herederos, y ahora es tradicional en los encierros populares del litoral mediterráneo.   
Tuvimos la suerte de gozar de la amistad de este  hombre cordial, sencillo y gran aficionado al toro, que pese a los problemas de salud surgidos en los últimos años seguía con enorme ilusión la carrera de su sobrino nieto, el matador de toros sevillano Juan Ortega.
Tras un tentadero: Jorge Fuentes, Gonzalo Bienvenida, Pepe García,
Miguel Bienvenida y Rodolfo Ortega. Foto: José Luis Cuevas.
Con motivo de la estancia en Córdoba de Juan Ortegaen su época de becerrista y estudiante universitario, y de su incorporación a la Tertulia “Tercio de Quites”, el tío Rodolfo y la familia Ortega Pardo tuvieron la gentileza de invitar anualmente a un tentadero en “Los Monasterios” a este grupo de aficionados, que fueron testigos privilegiados de faenas de campo inolvidables, disfrutándolas desde el amanecer, cuando se citaban en los exteriores de la plaza de “Los Califas” para enfilar camino en microbús hasta la Venta de “Los Pinos”, situada en la carretera del santuario de la Virgen de la Cabeza, y tras desayunar en tan clásico lugar, continuar ruta por la angosta senda que conduce a la ganadería ubicada en el término de Baños de la Encina (Jaén).

"Los Monasterios". Foto José Luis Cuevas.
Una ruta sinuosa pero generosamente compensada por la manifestación de un paisaje natural único, que despliega al visitante la singularidad de su belleza para recrear la mirada en gamos, ciervos, liebres, jabalís, conejos… Y toros bravos, retozando entre arroyos y verdes praderas pintadas de jaras, margaritas, genistas, mielitos, jaramagos o amapolas. Un espectáculo para los sentidos que recuerda la hermosa composición primaveral de Antonio Vivaldi.
Al llegar a “Los Monasterios” siempre aguardaba Rodolfo para recibirnos con la familia, Juan Pablo, el mayoral, y otros ayudantes, y ofrecer con franca sonrisa su hospitalidad a los amigos de Córdoba, a quienes se sumaban en tan señalada cita anual los amigos de una de las dinastías más señoriales y elegantes del toreo, los Bienvenida, representados por Miguel –hijo de Ángel Luis y ultimo representante que vistió el traje de luces-, Gonzalo Izquierdo –nieto de Antonio y fenomenal periodista taurino- y Paloma –madre de Gonzalo e hija de Antonio-, acompañados del buen torero de plata Jorge Fuentes, para vivir una jornada de tentadero en la coqueta plaza que circundan cerros tapizados de flores silvestres y cercados de toros, y saborear el excelso toreo de Juan Ortega, y también la elegancia de "la casa" de Gonzalo Bienvenida –que templa tan bien como escribe- en el bellísimo marco de la sierra de Andújar.

Convivencia con la familia tras un tentadero. Foto José Luis Cuevas. 
Tras los tentaderos llegaron inolvidables tertulias al refugio del calor o del frío, según la primavera, en magnifica convivencia para disfrutar de los almuerzos dirigidos por Rafael Alonso, que procuraba que no faltaran viandas y vino, sabiendo que la comensalía incentiva el verbo, para que fluyeran amenos recuerdos e historias que manifestaban la grandeza del arte del toreo, y el respeto de la afición por cuantos lo servían con la sencillez de Rodolfo, que desde joven conoció la trashumancia y cruzó España desde Checa (Guadalajara), en la serranía de los Montes Universales, hasta el corazón de Sierra Morena, escoltando a pie la ganadería familiar a través de la Cañada Real Conquense hasta llegar a “Los Monasterios”, el paraíso jiennense de Baños de la Encina donde ahora trinos y bramidos añorarán la ausencia de un hombre bueno.
Descanse en paz. 


2 comentarios:

magui dijo...

Precioso, Antonio. D.E.P.

Andrés Osado dijo...

Amigo Antonio, has conseguido que, aunque físicamente no esté aquí, con tus elocuentes y gráficas palabras, siga recorriendo "Los Monasterios" para siempre. Me uno a tus sentimientos.
Seguro, en vuestro próximo encuentro, lo haréis estar presente entre vosotros.