El 1 de junio de 2013 fue otorgado el último rabo en la plaza de toros de Córdoba al espada sevillano Morante de la Puebla, que
con el número doce mas uno se incorpora al
distinguido club de los matadores de toros que, hasta la temporada de 2018, han cortado los
máximos trofeos en el coso califal, selecto escalafón que lidera en solitario Manuel
Benítez El Cordobés.
En la década de los años sesenta del pasado siglo se
otorgaron 13 de los 22 rabos que en total han paseado
triunfalmente matadores de toros, dato que puede ofrecer varias lecturas, como
la calidad de los espadas que protagonizaron aquella época, la competencia que existía, el carácter festivo de un público que premiaba lo que le gustaba,
o la ligereza en sacar el pañuelo de los presidentes para agradar al respetable. Sea lo que sea, muy distintos
son los datos de décadas posteriores: en los años setenta se cortaron 2
rabos, en los ochenta 3, y en los noventa 2. En la primera decena del nuevo
milenio 1, y en la segunda 1.
Otra lectura que revela este estudio es la importancia que tuvo de
la ganadería de los Herederos de don
Carlos Núñez, una de las preferidas por las figuras en los años
sesenta, pues a sus toros le cortaron 5 de los rabos concedidos en la plaza cordobesa.
La divisa gaditana, formada con vacas y sementales de don Manuel Rincón,
Mora Figueroa y Marqués de
Villamarta, representa sin duda a uno de los encastes más importantes
del toro de lidia, y fue la elegida durante décadas por las máximas
figuras para anunciarse en los carteles más significativos.
Pero vayamos con los protagonistas. Manuel Benítez El Cordobés con 8 rabos cortados lidera
con autoridad este escalafón. El Huracán de Palma del Río cortó el
primero el 9 de mayo de 1965, tarde
de la inauguración de la plaza, al toro Catavinos de los Herederos de don Carlos Núñez, idéntico
hierro al que cortaría otros tres más, dos
en 1967, las tardes del 27 de mayo y 25 de septiembre, y uno en 1968, el 29 de septiembre.
También obtuvo los máximos trofeos el 25
de mayo de 1965, tarde de la alternativa de Agustín Castellano El Puri, a un ejemplar de don Manuel
Arranz; el 25 de mayo de 1966
a otro de doña Francisca García Villalón, procedencia Curro Chica; el 25 de mayo de 1970 a uno de Juan María Pérez Tabernero;
y por último, el 1 de junio de 2002,
tras oficiar la alternativa de Enrique Reyes Mendoza, al burraco Potrero, de doña María José Barral.
Manuel Benítez El Cordobés no
solo fue la locomotora que remolcó el toreo de su tiempo, sino el diestro con
mayor poder de convocatoria de la historia del toreo. Triunfó clamorosamente en
todas las plazas del mundo y su estadística en el coso califal resulta mareante: 13 corridas, 27 toros lidiados, 23 orejas y 8 rabos.
Manuel Cano El Pireo. Revista El Ruedo |
Al carismático torero de Palma del Río le siguen en este selecto escalafón Manuel
Cano El Pireo y Juan Serrano
Finito de Córdoba, con dos rabos cada uno. El torero del
barrio de Las Margaritas cortó los máximos trofeos a un ejemplar de la
ganadería de don Manuel Arranz la tarde del 25 de mayo de 1965, repitiendo balance la del 26 de mayo de 1967 con un toro de doña María Teresa de Oliveira.
El Pireo despertó enorme
pasión en la afición cordobesa por el arte y la gracia de su toreo. Actuó en la
nueva plaza 9 tardes, lidiando 22 toros
y cortando 20 orejas y 2 rabos.
Con idéntico número de rabos -uno simbólico-, figura otro espada no menos artista y elegante, Juan
Serrano Finito de Córdoba, ambos obtenidos en 1994. El primero, el
27 de marzo a Chupador, de Guadalest, tras un trasteo que contó con diecinueve
muletazos y una gran estocada, lo que indica la calidad y emoción de la faena.
El segundo, dos meses después, el 28 de
mayo, fecha que se concedió el primer indulto en el coso cordobés, a Tabernero
de don Gabriel Rojas, tras una larga faena que encendió la pasión del
público por su fina elegancia y excelente trazo. Hasta la temporada de 2018,
Finito ostenta un récord de
actuaciones en Córdoba, que será muy difícil de superar por ningún otro espada: 59 corridas, en las que lidió 135 toros,
cortando 55 orejas y 2 rabos.
Finito de Córdoba, de novillero, corta un rabo en Barcelona |
Otros diez matadores consiguieron pasear un rabo en la plaza de la antigua
Huerta de la Marquesa. Ordenados por orden cronológico son: Gabriel de la
Haba Zurito, Francisco Rivera Paquirri, Antonio Ordóñez, Diego
Puerta, Florencio Casado El Hencho, Antonio José
Galán, Paco Ojeda, Vicente Ruiz El Soro, Tomás
Campuzano, y Morante de la Puebla.
Gabriel de la Haba Zurito |
Un diestro muy querido por la afición cordobesa, Francisco
Rivera Paquirri, cuya raza y
ambición por mandar en el toreo se adivinaban desde novillero, no permitió que El Pireo, que el 26 de mayo de 1967 había cortado los
máximos trofeos, se proclamase triunfador solitario, y tras una faena de
poder y torería cortó el segundo rabo de la tarde a un encastado ejemplar de doña María Teresa de Oliveira, origen Parladé.
El diestro de Barbate, que años más tarde encontraría la muerte en
Pozoblanco, actuó 12 tardes en Los Califas, lidiando 24 toros, y cortando 17 orejas y 1 rabo.
Antonio Ordóñez y Paquirri con Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez en Ronda |
Dos días después del triunfo de Paquirri, el 28 de mayo de 1967, Antonio Ordóñez haría lo propio al toro Boticario, del hierro de don Carlos Urquijo,
tras una faena plena de majestad, hondura, temple y dominio. El maestro de Ronda,
que años más tarde sería suegro de Francisco Rivera, sumó 3 corridas en la
plaza de Ciudad Jardín, lidiando 6 toros
con un balance de 3 orejas y 1 rabo.
Diego Puerta pasea un rabo en Sevilla |
No sería el último rabo de la temporada de 1967, pues en la desaparecida feria de septiembre, la tarde del 25, Diego Puerta paseó el albero
con los máximos trofeos de un astado del Conde
de Mayalde, encaste Contreras,
tras entusiasmar con la gracia y raza de su toreo. Diego Valor, como fue llamado en su época, actuó 6 tardes en la nueva plaza, enfrentándose a 12 toros a los que cortó
7 orejas y 1 rabo.
El 1 de junio de
1969 se doctoraba Florencio Casado El Hencho, que cuajó una importante actuación, pues tras cortar
una oreja a Idiota, el toro de la ceremonia, consiguió las dos y el rabo
del último ejemplar, ambos del hierro de Gerardo Ortega.
El torero nacido en Santa Marina, actuó en
Córdoba 8 tardes, lidiando 16 toros y
cortando 13 orejas y 1 rabo.
Antonio José Galán. Foto Chapresto |
Otro espada cordobés, Antonio José
Galán, natural de Bujalance, cortaría los máximos trofeos a Madrileño,
bravo ejemplar de la añorada y encastada ganadería cordobesa de don Francisco Martínez Benavides la tarde del 26 de mayo de 1973. El recordado diestro, célebre por rematar las faenas entrando a matar sin muleta o con un
pañuelo, actuó en el nuevo coso 9 tardes, lidiando 19 toros a los que cortó
15 orejas y 1 rabo.
Paco Ojeda era el gran atractivo de la feria de 1983, pues se anunciaba dos tardes tras formar un lío y triunfar clamorosamente
en la de abril de Sevilla, donde impresionó con su toreo revolucionario. El
diestro de Sanlúcar de Barrameda lo expuso con claridad la tarde del 26 de mayo ante un bravo ejemplar de González Sánchez-Dalp, antes de
pasear triunfalmente el ruedo con los máximos trofeos. El último revolucionario
del toreo actuó como matador en el coso cordobés –también lo hizo como
rejoneador- en 13 corridas de toros, lidiando 27 toros con un balance de 9 orejas y 1
rabo.
Paco Ojeda. Madrid 1983, año de la revolución ojedista |
Un día después, el 27
de mayo de 1983, Vicente Ruiz El
Soro también cortaría los máximos trofeos a un ejemplar de la divisa de
Puerta Hermanos. El valenciano,
que forjó sus comienzos como novillero en la plaza cordobesa, donde gozó de gran
predicamento por su espectacular forma de banderillear, actuó 6 tardes como matador, lidiando 12 toros y cortando 10 orejas y 1
rabo.
Tomás Campuzano cortó el penúltimo la tarde del 28 de mayo de 1986 a Balconero, de don Victorino Martín. Si inolvidables resultan los encierros
lidiados en la década de los ochenta por el gran ganadero de Galapagar, no es menos
memorable la faena del torero ecijano, en la que templó largos y ligados
muletazos al encastado y noble albaserrada, al que estoqueó de forma soberana. Tomás actuó en
la plaza de Ciudad Jardín 9 tardes,
lidiando 19 toros con un balance de 12 orejas y 1 rabo.
Plaza de toros de Córdoba. Foto FIT |
La nómina de los trece matadores de toros que han
conseguido los máximos trofeos la cierra, de momento, José
Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, que el 1 de junio de 2013 recibió las dos
orejas y el rabo de Guasón, de don Juan Pedro Domecq. El torero de La Puebla del Río ha sumado
en Córdoba 17 corridas, lidiando 33
toros y cortando 13 orejas y 1 rabo.
1 comentario:
Maravilla de blog, D. Antonio Luis. Sólo puedo quitarme el sombrero ante la labor que hace de difusión de la tauromaquia en general y de Córdoba y Manolete en particular.
La Córdoba taurina se debe sentir orgullosa y agradecida de que alguien como usted, se haya decido a hacer un blog con la categoría que Córdoba tiene y merece en la historia del toreo.
Para los que amamos la tauromaquia, leer su blog es una verdadera delicia.
Mucho ánimo en su labor.
Gracias D. Antonio Luis.
Un fuerte abrazo desde Toledo.
Publicar un comentario