Manolete, dibujo de Enrique Moratalla Barba |
Ricardo
García K-Hito, director de la
revista taurina Dígame, bautizó a Manolete como el monstruo en la corrida
celebrada en Alicante el 28 de junio de
1943, tarde en que se lidió un encierro de la ganadería del Conde
de la Corte para la terna formada por el torero cordobés, Antonio Bienvenida y Manolo Escudero.
Manolete cortó cuatro orejas y dos
rabos a los toros Tolosano y Afligido, brindando su segundo, el lidiado
en cuarto lugar, al crítico de Villanueva del Arzobispo (Jaén), que al dar el torero la vuelta al ruedo le arrojó
su cuaderno de notas, en cuya primera página había escrito ¡Monstruo!, el titulo de la crónica de ese día. La hipérbole quedaría incorporada para siempre a la
jerga taurina para designar a los espadas auténticamente grandes en el toreo.
Ricardo García K-Hito |
Esta es la histórica crónica de Ricardo García K-Hito:
“El Monstruo ha surgido con todo su esplendor,
con maravillosa potencia, en esta plaza recoleta e íntima de Alicante. Ha sido
hoy, 28 de junio de 1943. Vaya la fecha con versales de oro al libro de las
grandes efemérides. ¡El Monstruo, el Monstruo!, creado por el Greco, estilizado
hasta dejar solo en su línea sintética el trazo preciso que resume el más
grande torero de todas las épocas.
Manolete ha revuelto la afición dormida de este
pueblo mediterráneo, que desborda sus galas en el mar azul. No se habla más que
de su arte ingente. Contra los ventanales del hotel donde Manolete firma autógrafos
aplastan las gentes las narices para ver mejor al torero de Córdoba.
—¿Qué ha pasado? —preguntan los que no fueron
a los toros—. ¿Qué ha sucedido? Dígame usted la verdad por terrible que sea.
—La verdad, señor, es esta: que Manolete,
el Monstruo, ha tenido una de sus
mejores tardes, que ha cortado las orejas de sus dos toros, provocando el delirio
popular, que los espectadores, ebrios de entusiasmo, gesticulaban, más que
gritaban, en los tendidos. Ha pasado que hemos visto lo que la más delirante
imaginación no puede concebir. Es preciso más tiempo para hablar serenamente de
lo ocurrido. El público, y con el público la crítica, está aún bajo los efectos
de un colapso, de un traumatismo enorme, enorme.
Alicante, 28 de junio de 1943. De la pluma de K-Hito nace ¡El Monstruo! Foto Cano |
¡Manolete con los toros bravos
y nobles, pastueños y suaves, del Conde de la Corte, las reses de lidia que
lucen en los ijares zarcillos de oro! ¡Manolete con el toro grande, con el
toro de peso, toreando al natural con la languidez de las veintiséis dinastías
de los Faraones!
—Bueno, pero ¿qué ha pasado?
—Espere, que aún no hemos recuperado el habla.
Hay quien ha salido de la plaza a las ocho y cuarto, y a las nueve, por efectos
de la con conmoción sufrida, sigue diciendo tonterías.
—¡El Monstruo, señor!
Manolete
ha toreado prodigiosamente de capa y muleta a sus dos toros y los ha matado de
sendas estocadas en el hoyo de las agujas. Manolete toreó con esa suavidad y
maestría que le ha llevado a la cumbre del Himalaya taurino.
El cuarto toro tuvo la gentileza de
brindármelo. No pude tomar notas ni en el primero ni en el cuarto; absorto
contemplando al descomunal torero, se me cayó el cuadernillo, perdí el lápiz… ¡El
Monstruo, el Monstruo!
¡Y qué, qué corrida la del Conde de la Corte,
el mejor ganadero de reses bravas! Toros con tipo y arrobas, con empuje, con
genio y con nobleza. Día 28 de junio de 1943, en Alicante. Apunte usted esa
fecha.”
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