Por BARQUERITO
La corrida de Valdefresno, cinqueña, honda y
armada, el cuajo propio de la línea Atanasio, tuvo dos mitades. En la segunda
se jugaron tres toros de pésimo trato: un cuarto que, descompuesto, desarrolló
mucha violencia, y con el que Galván
solo pudo protegerse; un quinto gazapón de genio desapacible que se puso por
delante a las primeras de cambio y no tuvo ni una sola embestida completa; y un
sexto que, blando en el caballo, pegó cabezazos al aire y, ya sin enmienda,
topó en la muleta bruscamente.
Por tanto, una desoladora segunda mitad. Esos
tres toros, abiertos de cuerna, fueron los más ofensivos de un sexteto
descarado sin excepción. Los tres primeros salieron de otra manera. Partió
plaza uno de 600 kilos. Lámina mastodóntica: corto de manos, largo y ancho, más
hondo que ninguno. Toro de exposición. De forma y conductas distintas a las de
todos los demás. Suelto y abanto de partida, barbeó las tablas, hizo amago de
saltar al callejón dos veces y todo eso sin dejar de ser un toro frío.
El segundo llevaba nombre de reata de nota en
Valdefresno: 'Lirio'. Como el de uno de los toros que mejor ha toreado Ponce en Madrid. Hace unos cuantos
años. Las hechuras de uno y otro, muy diferentes. Y el estilo. Aquél de los
años 90 atacaba en tromba y este, a menos, duró muy poquito y se acabó
aplomando. Mucha plaza recorrió el 'Lirio' de ahora, y mucha plaza tenía pese a
ser el más liviano de los seis. De su brusco fondo dio cuenta con particular
primor Juan Ortega en una faena de
rico encaje, suavidad distinguida, asiento impecable y composición nada común.
Tres tandas en redondo bastaron para dejar sello y huella a pesar de que,
implacable, el viento se metió por donde y cuanto pudo. El manejo de avíos de Ortega llama la atención. Su colocación
y postura natural también. La armonía toreando. Solo que protestó el toro antes
de venirse abajo. Tras una estocada contraria, tres descabellos. Pareció que no
había pasado nada. Pero pasó. Y volvió a pasar cuando, con decoro refinado,
resolvió la papeleta del quinto, el peor de la corrida.
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de José Enrique y Nicolás Fraile. Todos, con el hierro
de Valdefrescno, salvo dos -3º y 4º- con el de Fraile Mazas.
David Galván, saludos tras un aviso y silencio tras
un aviso. Juan Ortega, aplausos y
silencio tras un aviso. Joaquín Galdós,
saludos y silencio.
Madrid. 3ª de San Isidro. Primaveral, variable, viento racheado. 11.226
almas. Dos horas y doce minutos de función. Un minuto de silencio en memoria de
Joselito el Gallo.
BARQUERITO.
Extracto de la crónica del 17 de mayo de 2019 (COLPISA)
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